¿Cómo saber qué irá a pasar?
Esta situación de pandemia nos ha abierto una incomparable oportunidad para anticipar lo que veíamos como posible de suceder en unos cinco o seis años.
Tanto tiempo y horas de trabajo de diferentes perfiles de recurso humano en salud dedicados a la educación de la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, para terminar enfrentados hoy en la consulta a un paciente que revisa en Google su diagnóstico de impresión o los resultados de laboratorio que ha recibido antes de nuestro encuentro y nos reta con sus preguntas.
La telemedicina empezó a ser regulada en Colombia desde 2006, hace ya 14 años, pero sin duda habiendo empezado a hacerse aproximaciones con anterioridad. Hoy, la vemos como una gran innovación que nos puede ayudar a superar las limitaciones de distanciamiento físico y restricciones a la movilidad derivada de la pandemia.
"Los 60 días de confinamiento han acelerado seis años la digitalización del mundo"
“el profesional poscovid deberá ser capaz de adaptarse a los rápidos avances tecnológicos y tener las capacidades necesarias para acompañar a las empresas en sus procesos de transformación digital en un escenario globalizado, tecnificado y volátil “
Las rutas integrales de atención en salud son un instrumento para la organización efectiva de los recursos de prestación de servicios con enfoque en la consecución de logros y metas específicas que empezaron a diseñarse hace ya casi 10 años. Sin embargo, el estar atados a pre conceptos obsoletos como los niveles de atención (I nivel, II nivel, referencias, autorizaciones, etc.) han dificultado la obtención de todos los beneficios que podrían derivarse de su implementación.
Las posibilidades del teletrabajo, la colaboración en línea, la baja productividad alcanzada en reuniones presenciales interminables que hoy en día se hacen de manera breve y efectiva a través de videoconferencia son otros varios ejemplos de la llegada anticipada del futuro.
Este futuro nos ha tomado con tareas pendientes en cuanto a la adaptación de las metodologías de trabajo, temores no resueltos respecto a la seguridad de los procedimientos soportados por tecnología de información y las comunicaciones, los cambios en los roles de trabajo frente a una automatización de tareas operativas y mayor exigencia analítica por otra parte, entre otras.
Pues bien, mucho de ese futuro que hubiéramos deseado poder prever antes de llegar a él, ha venido a nosotros. ¿Ahora qué hacemos?
Ante todo, no entrar en pánico. Es cierto que anteriormente consumíamos mucho nuestro tiempo en tareas improductivas que podrían empezar desde el exceso de desplazamientos, la espera de autorizaciones, traslado y trámite físico de documentos, entre otras varias. Muy bien: es hora de empezar a desprendernos de ellas y buscar quién las puede hacer mejor que nosotros y de manera confiable.
¿Qué es lo que nos hace insustituibles?
Quizás habilidades blandas que veíamos como deseables en los fundamentales en el mundo tecnológico de hoy. Calidez, amabilidad, dedicación, capacidad de aliviar y orientar, pueden ser hoy más apreciadas que un diagnóstico alcanzado después de un difícil proceso analítico. Podría sonar a sorpresa que la penetración rápida la tecnología nos lleve a buscar ser más humanos y auténticos. Sin embargo, por solo citar un ejemplo, una videoconferencia en ambientes de trabajo en casa nos ha llevado a abrir una puerta de nuestra intimidad que nos devela como humanos.
Tenemos entonces la siguiente situación: la penetración tecnológica y el reforzamiento de las expectativas humanas insustituibles no son excluyentes: el paciente requiere un proceso de atención predecible y confiable en adición a estas condiciones intangibles del servicio que hoy ya recibe al consumir la oferta de otros sectores económicos, turismo, la gastronomía, etc.
La gran ventaja es que nuestro sector hoy en día puede contar con las mismas herramientas y lo que ha faltado que es la articulación de un modelo de atención que aproveche todas estas ventajas. Pues bien, ese modelo ya está aquí y es para lo que se ha creado Medameris: constituirse en un vehículo para la prestación de servicios de excelencia, en donde el profesional recibe retroalimentación permanente mejores prácticas internacionales comprobadas y se beneficia de instrumentos tecnológicos que habitualmente son reservados para grandes corporaciones en donde no tiene participación.
En Medameris, el profesional y la gestión de su relación con el paciente son el propósito fundamental.
Buscamos lo insustituible: la calidez distintiva, el respeto que extrañamos y que queremos recuperar, el genuino interés por la recuperación del paciente. Todo, en nuevo entorno donde la tecnología nos haga estar más cerca en lugar de más lejos.
No hay que esperar que las corporaciones implementen los modelos y luego definan las condiciones. En Medameris, como red de profesionales de la salud te esperamos con todas las herramientas requeridas para prestar un servicio de excelencia en donde los protagonistas son el profesional y su relación con el paciente como parte constitutiva de la operación del modelo, como personas, no como insumos.